30 de Agosto 2004

Hadas

Juanjo se sentaba siempre al final de la clase. De ese modo podía ver mejor a Claudia; le gustaba cuando se recogía el pelo, porque así podía admirar su nuca. Tenía la nuca más bonita que había visto jamás, y hubiera sido capaz, incluso, de señalar con los ojos cerrados el lugar exacto en que tenía ese pequeño lunar que manchaba la blancura de su piel.
Claudia, sentada varias filas por delante de él, de vez en cuando se giraba y le lanzaba una mirada de complicidad para volver después a fijar los ojos en la pizarra. Esas cosas le mataban.
Juanjo se abstraía dibujando; sus libretas rebosaban caricaturas de profesores, formas geométricas imposibles, y todo tipo de seres fantásticos que plasmaba en tanto se le pasaban por la cabeza.
Un día se fijó en su compañera de pupitre, llevaba colgadas de las orejas unas hadas. Eran pequeñas y estaban labradas en plata, de aspecto risueño, parecían flotar en el aire moviéndose con gracia a cada gesto de su propietaria.
A Juanjo le pareció que eso era Claudia, un hada.
Tenía las facciones delicadas y más que moverse flotaba, como si ni el aire pudiera resistirse a jugar con ella.
Claudia. Cuántas veces había sido su musa y razón de su torpe inspiración. Claudia. A sus ojos, la criatura más bella que nadie pudiera concebir.
Y ahí estaba ella, acercándose con esa sonrisa que le hechizaba, contoneándose sibilina hasta llegar a su lado y sentarse en su mesa con un movimiento sugerente.
- ¿ Qué dibujas? – preguntó con voz cálida mientras enroscaba un mechón de su pelo con los dedos.
A Juanjo empezaron a sudarle las manos, y temió que no le saliera la voz.
- Es un hada- resolvió a responder.
- Pero Juanjo- dijo ella simulando una fingida madurez- si todo el mundo sabe que las hadas no existen- y sonrió teatralmente.
Juanjo levantó la vista del dibujo para mirarla, seguía sonriendo y jugando con el pelo, pero no era su dibujo lo que estaba mirando. Se revolvió en la silla siguiendo su mirada, y en cuanto hubo advertido dónde tenía puesta verdaderamente su atención. Cerró la libreta de golpe.
- Alberto.... - suspiró para sus adentros, ahogando una punzada de dolor.

Al terminar la clase, Claudia recogió sus cosas y alcanzó a Juanjo en el pasillo. Risueña como siempre solía dirigirse a él, le preguntó con voz melosa:
- ¿Me regalarás tu hada?
Él, sin detener el paso abrió su libreta por la hoja adecuada, y arrancándola de cuajo se la tiró a Claudia, que sorprendida, la recogió del suelo.
La chica torció su sonrisa en cuanto vio el hada.
- Pero... Juanjo, este hada está... está muerta.
- ¿Y? - Preguntó él con desdén- ¿A ti qué te importa? Después de todo- y esto
último lo dijo acercándose tanto a ella que pudo sentir en su rostro el desprecio con que le golpeaban sus palabras - tenías razón. Las hadas... no existen.

Black birds
Escrito por Turandot a las 12:34 AM | Comentarios (27)

24 de Agosto 2004

Leyenda Celta

Celtic legend
Los velos de la ilusión

Niall Mór y sus hermanos mayores están perdidos en el bosque y deciden asar la carne que acaban de cazar. El hermano mayor va a buscar agua.
Al cabo de un rato ve un pozo, donde hay una vieja bruja que le pide un beso a cambio del agua pura y dulce que custodia. Pero el joven se siente incapaz de pagar tal precio y vuelve con las manos vacías.
El resto de los hermanos va desfilando hacia el pozo.
Todos rechazan a la bruja, hasta que llega el turno de Niall, quien a diferencia de sus hermanos, accede a besar a la anciana.
Cuando lo hace, la bruja se transforma en una hermosa joven y le cuenta que su nombre es Soberanía y que él está llamado a convertirse en el Rey Supremo de Tara.
Un verdadero rey, no ignora que la belleza está en el interior.

Escrito por Turandot a las 6:28 AM | Comentarios (29)

20 de Agosto 2004

Audax facinus

Ángel y Lucy estaban en la playa. Se reunían allí a menudo al considerarlo terreno neutral y poco propicio para ser descubiertos.
Porque Lucy y Ángel no podían, ni debían estar juntos; sin embargo algo dentro de ellos les empujaba a hacer oídos sordos a la llamada de sus conciencias y reunirse, a cada momento en que sus obligaciones se lo permitían, en aquella playa.
Ángel escuchaba embelesado a Lucy, no tanto por lo que decía, sino porque la musicalidad de su voz sonaba como auténtica gloria en sus oídos. Nunca entendió como semejante criatura era capaz de hacerle estremecer de ese modo con sólo entreabrir sus labios.
Ángel por su parte, inspiraba en Lucy una dulzura fuera de lo común y ella veía en la belleza infinita de sus facciones y en su modo de actuar, ese punto de bizarría que la cautivaba. En el fondo, y aunque se viera obligada a parecer fuerte en todo momento, le gustaba poderse abandonar por un instante sabiendo que con nadie estaba más segura que con él.
Ya había anochecido y una brisa fresca y salada acariciaba sus rostros.
Unos muchachos habían encendido algunas hogueras cerca de allí. Mientras se preparaban para festejar, algunos de ellos jugaban con una pelota.
Lucy y Ángel, ajenos al bullicio contemplaban abrazados el reflejo de la luna en el mar, y como las cálidas olas venían a morir cerca de sus pies.
- Si nos ven juntos, estamos perdidos- suspiró él.
- Lo sé.
- A veces pienso si sería posible alguna solución.
- Ángel, no hay solución para nosotros. Tú tienes responsabilidades, muy distintas a las mías; somos del todo incompatibles.
- Pero Lucy -dijo mientras acariciaba la mejilla de la chica- si todos pudieran verte como lo hago yo, si te olvidaras de tu pasado y empezaras de nuevo a mi lado...
Lucy apartó bruscamente la mano de Ángel de su cara y arqueó una ceja exageradamente.
- ¡A mí me gusta como soy! ¿Por qué tendría que cambiar? ¿Por qué no cambias tú y vienes conmigo?
- Bueno- dijo Ángel muy convencido- sabes tan bien como yo que eso no sería... "lo correcto".
- ¿Cómo? - a Lucy pareció incendiársele la mirada.
El balón de los chavales pasó cerca de ellos interrumpiendo la conversación. Ángel con gesto complaciente se lo devolvió.
- Que sepas, Ángel- continuó ella cambiando la relativa dulzura que hasta entonces había mantenido por un tono más despectivo- que tu "camino" está abocado al fracaso, y lamentablemente; tú con él.
- Dices eso- la voz de Ángel, que nunca perdía la compostura era mucho más sosegada- porque tu entorno te tiene totalmente confundida.
Otra vez el balón volvió a hacer acto de presencia, esta vez venía con más fuerza y pasó rozando la espalda de Ángel, que sin inmutarse volvió a devolvérselo. Lucy se estaba poniendo nerviosa por momentos.
- Mira, Ángel, si alguien aquí tiene sorbidos los sesos con valores retrógrados y totalmente obsoletos, ése... ése eres tú.
La brisa empezó a tornarse en viento, y el antes apacible mar se iba encrespando, salpicando incluso a la pareja que discutía.
- No puedo tomarte en serio, porque ni tú misma crees lo que me estás diciendo.
- ¡Ja! ¿Ahora lees mentes?
El tercer balonazo fue a estrellarse directamente en la cabeza de Ángel.
Ambos dejaron de discutir por un segundo y se quedaron mirando a los chicos que disimulaban sus risas a lo lejos.
Ángel suspiró de nuevo y fue diligentemente a recoger por tercera vez el balón. Lucy se lo quitó con violencia de las manos y de una patada lo lanzó mar adentro.
- ¿Pero qué haces? La voz de Ángel se vió respaldada por el coro de voces de los jóvenes.
- Lo "correcto"- contestó ella con voz de escarnio.
Tras unos momentos de confusión, tres de los chicos, envalentonados, decidieron acercarse a la pareja que había acabado con su diversión.
- ¿Y ésta es tu manera de no llamar la atención?- preguntó Ángel señalando al grupo que se les acercaba.
- No, sólo es mi manera de mostrarme cabreada- Y salió decidida al paso del grupo.
Ángel no sabía dónde meterse.
- ¿De qué vas?- le preguntó el que parecía el cabecilla cuando la tuvo delante.
- ¿Y tú? ¿Niñato? ¿No te has divertido bastante ya?
- Pues resulta que no, guapa- dijo en tono jocoso viéndose respaldado por sus amigos.
Ángel lamentó profundamente las palabras del chico y en previsión de la inminente reacción de su compañera trató de deternerla... en vano.
- Pues resulta que yo tampoco- añadió Lucy con determinación. Y como por arte de magia señaló con su índice las hogueras que tenían preparadas los jóvenes, y una a una, éstas se incendiaron de un modo extraordinario, tragándose absolutamente todo lo que se hallaba a su alrededor.
Los jóvenes, alarmados, empezaron a correr para rescatar lo que aún no había sido alcanzado por el fuego. Justo cuando iban a salvar la reserva de alcohol que tenían preparada para pasar la noche, inesperadamente ésta, saltó por los aires. El estallido causó un terrible estruendo que avivó las carcajadas de la chica y los lamentos del pobre Ángel.
Intentando escapar del humo y el calor, uno de los chicos se giró hacia Lucy gritándole aterrorizado:
- ¿ Quién demonios eres?
A lo que Lucy, chasqueando sus dedos divertida, se plantó en una fracción de segundo frente a las narices del curioso para susurrarle - Alguien a quien nunca hubieras deseado conocer - y se echó a reir tétricamente mientras el chaval corría aún más asustado, gritando como un niño; intentando escapar del fuego que devoraba con avidez las sombrillas de paja que sembraban la playa.
- No puedo creer que lo hayas hecho- repetía Ángel una y otra vez al mirar lleno de tristeza el dantesco paisaje en que se había convertido el antes paradisíaco lugar.
Lucy, que como si hubiera cometido una simple travesura le miraba con los ojos como platos, logró apartar su mirada de tan infernal visión.
- Ángel.
-¿Qué?
- Que te vayas pensando a qué playa vamos la próxima vez, porque es que ésta ya no me gusta.

Ángel y Lucy

* Este texto va dedicado a Sergio, que de ángel tiene... lo que yo de diablesa. Gracias por la caricatura ;)

Escrito por Turandot a las 2:03 AM | Comentarios (17)

16 de Agosto 2004

El rey Arturo

Excalibur

Pues sí, ahí estaba yo el día del estreno después de la larga espera y en la sala Vip ¡Si se trataba del rey Arturo no ibamos a escatimar en recursos!
Como admiradora del ciclo artúrico tenía puestas muchas expectativas en la peli, y la verdad no me decepcionó en absoluto. También es cierto que sabía lo que iba a ver; un enfoque totalmente diferente al tradicional. De haber sido una versión más de la archiconocida leyenda, podríamos entrar en comparaciones con otras producciones, pero no es el caso.
Para empezar, se trata de eso; una leyenda, y por tanto susceptible de ser narrada con ciertas licencias.
Lo novedoso; que se trata de mostrar cuál podría haber sido la fuente de esa leyenda.
Me sedujo la peli entre otras cosas, porque despoja al mito de magia y lo traslada a ese desencanto de un espacio geográfico y marco histórico concreto tan diferente al que estamos acostumbrados. Y es que es un mito que da tantísimo de sí, que cualquier aportación nueva enriquece el marco ( si, estoy muy positiva estos días, seguro que se avecina algo...)
¿ Que hay muchas cosas que hubiera cambiado? Por supuesto y de hecho algunas omisiones ya sean de protagonismo por parte de algunos personajes o de acciones concretas en cierto modo me decepcionaron, pero en líneas generales me gustó lo que ví.
Además a mí, es que este tipo de películas de combate me pierden, y ver el carisma que se les ha sido capaz de dar a los personajes ya no sólo personal, sino militar; ya que cada uno tiene sus propias armas y su estilo de lucha, me emocionó.
En fin, que tenía dos opciones frente a la película; mirarla desde el recelo más puritanista de la historia, o abrir un poco las miras y deleitarme con el espectáculo.
Al final me decanté por lo segundo y... disfruté como una enana.

Arturo

Además... ( y perdonen lo soez de la expresión) Arturo está para hacerle un par de favores...

Escrito por Turandot a las 9:24 PM | Comentarios (31)

13 de Agosto 2004

Missing II

Tenía un post enorme escrito y por imbécil se me ha borrado todo.
Castigo de Dios. Y como no me apetece volverme a poner, voy a hacer un resumen por puntos. Hala.
- Estoy de vacaciones forzosas porque tengo un defecto de fábrica ( en las muñecas) y le ha dado por manifestarse en tan buen momento.
- He pasado, cómo no, de toda indicación médica y me he dedicado a tareas varias de bricolage, para después afirmar mientras cargaba medio IKEA en el maletero del coche" los antiinflamatorios no sirven de nada, no sé por qué me sigue doliento".
- Si la semana ha sido de locos, el finde va a ser memorable. No pienso parar por casa más que el tiempo estrictamente necesario.
- !Ahhh, por ciertoooo, que me han cogido en Magisterio en educación especial! Estoy muy contenta, porque era casi imposible entrar, sin embargo mi nota de selectividad parece no haber sido del todo mala como para ganarme una de las 30 y pocas plazas ofertadas.
(A ver si esta carrera me da de comer, porque si tuviera que vivir de la anterior...)

Y así a grandes trazos creo que lo he contado todo. No sabeis cómo me alegra ver que os seguís pasando a echar un vistazo para vigilarme las plantas y los bichos cuando estoy ausente ( y para animarme), sois unos soletes. Perdonad si estos días no he hecho acto de presencia, pero no han sido muy buenos. Tener que dejar el trabajo no me ha hecho ninguna gracia, y menos por los motivos que son, y cuando uno está desanimado... brffff ( seguro que me entendeis).
A ver si este fin de semana recargo las pilas ( ya que no tendré que madrugar) y la semanita que viene me paso por vuestros blogs a tomar a una coca-cola, y así me poneis al día de todo :)
Mientras, cuidaos muchíiiiisimo. Besos a todos mis niños y niñas :***

Escrito por Turandot a las 5:38 AM | Comentarios (12)

2 de Agosto 2004

3 años

Hace hoy tres años justos, ella quitó sus gafas despacito mientras notaba como el corazón de él latía desbocado en su pecho.
Hace hoy tres años justos, que él decidió salvar la distancia que separaba sus labios de tocar el cielo de su boca.
Hace hoy tres años justos, que deslizó con cuidado sus sandalias dejando sus pies descalzos y besó dulcemente sus empeines.
Hace hoy tres años justos, desabrochó la cremallera de su vestido y se le erizó el vello al intuir sus pechos bajo el encaje de la lencería.
Hace hoy tres años justos, sus manos temblorosas retiraron con cuidado su pelo, para repasar con la punta de la lengua el tatuaje de su nuca.
Hace hoy tres años justos, la sentó sobre sus muslos en la terraza de la habitación de aquel hotel y se dejaron llevar por la pasión sin importarles nada ni nadie.
Hace hoy tres años justos, ella le descubrió observándola desnuda, con la única luz de la luna bañando su piel, entrando por el mismo balcón que había sido testigo de sus caricias.
Hace hoy tres años justos, una niña aprendió a sentir como mujer y un niño jugó a ser todo un hombre.
En definitiva, tres años desde que ella le diera permiso para cruzar el Rubicón y accediera a ser tomada por asalto. Tres años desde que bajara sus defensas... y siete, siete meses, desde que despertaran del ensueño y descubrieran que en verdad y como dice el maestro... los besos; no sabían a nada.


aniversario.JPG

Esta vez el réquiem, es por el aniversario de un sueño roto.

Escrito por Turandot a las 2:12 AM | Comentarios (27)