Pues sí, ya no queda nada para el 23F.
Y no, no es que me haya dado la vena patria ahora y vaya a recordar golpe de estado ninguno, es que es la fecha que llevo esperando desde Navidades, cuando mis viejos decidieron que no irían a los carnavales de La Palma ( dónde debería estar viviendo yo ahora) a ver a su ex yerno y eligieron cambiar de destino, la verdad es que no esta mal el cambio ( cómo suele decir mi padre a mi madre; tu hija nunca sale perdiendo)... Y la cuestión es que sé que el 23 de Febrero pasa algo más pero no consigo recordar el qué. En fín, que ya iban unos cuantos intentos frustrados de ir a Egipto.
Cada vez que nos decidíamos, pasaba algo.
Que si un ataque terrorista, que si hostilidades con países vecinos, la última vez la inminente declaración de guerra de EEUU contra Irak, y claro, vete tú a un país árabe en estas condiciones. A ver, que muy inteligentes, tampoco somos. ¿Alternativa a Egipto? Pues EEUU... y ahí nos tienes a todos, y alguien pensará, ¿pero no iba a entrar en guerra? Pues sí, pero qué más da, en vez de comprarnos una gorra de Mickey Mouse pues nos ponemos un traje de camuflaje. Y bueno, ya, el follón en los controles aeroportuarios de los americanos, porque yo todavía me pongo dos trenzas y parezco una fräulein, pero el enano, que tiene una pinta de moro que tira de espaldas... si no lo registraron 50 veces por lo menos... Aun recuerdo ese poli negro que parecía salido de una peli de Arma letal, 4x4, con cara de zampa donuts, hablando no sé que cosa pero que no lo entendía ni su madre. Y yo acojonada contra un aparador de cristal... En fin que nada, que esta vez hemos dicho, a Egipto pase lo que pase.
Y bueno, pasar pasar, desde que decidimos ir, sólo se ha caído un avión ( casualmente de la misma compañía en la que nos vamos nosotros) ...se derrumbó un edificio de 12 plantas en el mismo Cairo... menudencias... vaya. Que como quien dice, lo mismo te puede caer una teja en la cabeza yendo por la calle ( igualito, vamos).
Así que cuando alguien me pregunta de qué voy este año disfrazada. En vez de pirata que es de lo que iba el carnaval de La Palma ( mi sueño dorado ir de pirata sanguinaria como Mary Read o Anne Bonny) pues digo que voy de potencial víctima de atentado terrorista islámico, que, como que viste más.
Por si acaso varios allegados ya nos han pedido que dejemos el testamento resuelto ( sí, Vanessa, tú también, que me acuerdo) y más desde el lío de las vacunas. Porque sí, señores, resulta que para irte a Egipto te aconsejan que te vacunes de todo. Cólera, tétanos...
En fin, que llamamos la semana pasada a Sanidad, para ver qué era lo aconsejable, y dice la tía: - A ver, ¿qué día se van? ¿el 23?.... silencio - ¡No hay nada que hacer!. Jodeeer, ¿Que no hay nada que hacer? Yo es que ya estaba por encargar la losa de mármol, digo no sé, al menos elijo el epitafio ya Ave et Vale Turandot, Mollia non rigidus caespes tegat ossa nec illi,
terra, gravis fueris: non fuit illa tibi así muy dramático y cursi, en mi línea... Y es que las vacunas te las tienes que poner, por lo visto, 3 semanas antes ( ya lo sabéis)
Pues nada, que si no me mato en el avión, ni de una enfermedad contagiosa, lo que me queda es que me arresten en la aduana, porque me llevo tal cantidad de repelente para mosquitos... que se van a creer que han encontrado las armas de destrucción masiva.
Así que si no me volvéis a ver por aquí pues ya sabéis porqué es.
Vanessa que es muy delicada me dijo, muy atentamente, que si acaso redactara una carta de despedida o algo, y que ella me la publicaba en caso de que me pasara algún accidente. ¿No es un amor? Pero vamos, que de testamento nada, guapa, que yo como los faraones, que por algo me he hecho a la idea de que me entierran en tierra de moros, yo con ajuar funerario incluido, lo de sacarme las tripas por la nariz, meterme el cerebro en vasijas y tal como que no hace falta, pero de lo demás pienso hacer recuento, aquí o ante el libro de los Muertos.
Y ahora, recordando las clases de Historia de las Religiones de la Antigüedad, ( qué queréis, es deformación profesional) un bonito texto de lo que; espero, no me tenga deparado el destino :)
Al entrar en el salón del trono de Osiris, el difunto tenía que declararse inocente de diversos delitos ante los cuarenta y dos jueces de los infiernos. Se pesaba el corazón ( es decir, la conciencia) en una balanza, con el contrapeso de la pluma de la diosa Maat, personificación de la justicia y la verdad. Un monstruo femenino, la Devoradora de los Muertos, se acuclillaba junto a la balanza, dispuesta a comerse al difunto si el corazón pesaba más que la pluma. Podía evitarse tal destino utilizando un conjuro que impedía que el corazón declarase los delitos cometidos por su dueño. Quienes superaban la prueba eran puros y se convertían en espíritus con el poder de moverse entre los dioses y en algunos casos se les invitaba a unirse a los millones de seres que viajaban en la barca solar y luchaban contra Apep, la serpiente del caos.
Mirad que rosa tan bonita me han regalado
Lo peor de todo es que no sabemos lo mucho que queremos o necesitamos a la gente que nos rodea, hasta que nos dejan. Somos en el fondo, egoístas. Por eso duele tanto cuando nos quitan algo, y más algo a lo que queremos. Y lo peor no es la marcha, tan dura, lo peor es la ausencia. Saber que el mundo no se para por nada ni por nadie, y tienes que seguir, sí, pero un poco más solo.
Es el ciclo vital, ley de vida, quédate con los buenos recuerdos... la teoría es fácil y todos nos la sabemos de carrerilla, pero aplícala al ver el sillón vacío. Rabia. Impotencia.
Desconec si hi ha un cel, però dhaver-nhi un; estic segura de que vos hi sereu, perquè per vos com per sa predina, no hi pot haver un lloc més merescut. La trobarem molt a faltar.
En mi casa nunca hay comida. Bueno, sí, la hay, pero nunca superior a una temperatura de 15ºC
La frase más recurrida cuando las tripas suenan, es... mira que hay en la conservadora. Si todos sabemos lo que hay en la conservadora. Bueno, en realidad depende, depende de la fase en la que esté mi padre.
Resulta que según sus cambios de humor, le da por comprar cantidades industriales de alimentos precocinados, así tuvimos la etapa de las hamburguesas que se hacen en 2 minutos en el micro, tuvimos la marea de lasañas de espinacas, aunque quizá la peor fue la plaga de croquetas de bacalao.
Yo sé lo que realmente le pasa a mi padre, él es un buen hombre, pero vive en su mundo. Teniendo en cuenta de que le ha tocado una familia como la nuestra, tampoco me extraña demasiado. Pues eso, que nosotros le decimos: no compres más croquetas de bacalao, y el problema es que no lo asimila, él lo oye pero no lo asimila. Así cuando llega al hiper y pasa por delante de los congelados, una voz interior le dice que las croquetas de bacalao son importantes ¿Para qué? Pues no lo sabe, pero más vale que sobre que no que falte, ¿no? Y ahí estamos, con cara de bacalao que andamos todos.
Pero no sólo lo hace con los congelados, una vez creo recordar que tire unos cinco paquetes de tranchettes sin abrir... alguien debió decir un día que no había, y esa información quedó grabada en su mente no quedan tranchettes- y así una y otra vez, incesablemente, los tranchettes desde el refrigerador le mandan mensajes subliminales... cómprame.. cómprame.
El caso es que hoy, para variar no había que cenar ( a parte de lonchas de queso caducadas y bacalao, mucho bacalao), entonces hemos organizado el consejo de guerra. Reunidos a las 21:00 pm en la base del cuartel general, hemos puesto en marcha el plan de ataque. Llamamos a la operación chino.
El plan era convencer a nuestra madre de que llamara al chino en cuestión, y decidimos que si los mensajes subliminales de los tranchettes funcionaban, ¿Por qué los nuestros no? Eran una buena opción ( no podíamos decirle a mi madre directamente nuestro plan, por no herir su sensibilidad de madre descuidada de sus hijos muertos de hambre y hartos de croquetas) así pues, ocupamos posiciones. Uyyy, empezó el enano... pásame.. el jarrón CHINO... sí, sí, ese que está un poco co CHINO... pero nada, se hacía la tonta. Así que decidimos ser menos sutiles, ejem... uy, se me acaba de caer al suelo la propaganda del CHINO... y entonces la frase que temíamos... no hace falta que insistáis, no tengo un duro.
Aishhhh todos sabíamos que iba a salir por ahí, de hecho ya lo habíamos previsto. Aun así teníamos esperanzas, pero el desánimo cundió entre las tropas. Entonces una idea magnífica nos sorprendió a todos doblemente; por ser una idea, y ya no te digo por magnífica. Llamaríamos a mi padre. Sí, el nos rescataría, le llamaríamos. Previmos un plan, teníamos que parecer lo suficientemente desesperados para que colara, algo sencillo y a la vez creíble. Le diríamos que habíamos sido secuestrados y que el agresor pedía pizzas y chino, que habíamos llamado a la policía pero que no nos habían creído y que nuestras vidas estaban en sus manos. Sólo hacía falta llamar, buscamos el número del trabajo en la agenda amarilla de mamá, incomprensiblemente en la agenda sólo había recetas de cocina. Creo que fue el cabo Cañaveral que sugirió que buscáramos en el apartado de teléfonos, e increíblemente apareció.
Todo estaba previsto al mínimo detalle, hasta que al enano le entró el miedo escénico y al escuchar la voz del patriarca cambió el plan. Le contó que nuestra madre se había encerrado en la cocina con todos los víveres, y nos impedía acceder a cualquier bote de comida en conserva o sucedáneo de alimento... así que debía urgentemente ante el peligro inminente de que ¾ partes de su familia murieran por inanición darnos instrucciones precisas de dónde se encontraba el dinero.
Ya dice bien el refrán, que si no puedes convencer al enemigo, confúndelo. Y así debió ser, porque el pobre hombre, sin más, nos dijo dónde estaba la pasta.
Cuando parecía que todo obstáculo estaba salvado, llamamos al restaurante.
-tuuuuuuuuun ( un tono) tuuuuuuuun ( dos tonos)
-Lestaulante Folmosa, ¿que quelia?
-Llamaba para pedir un... ( mierda iba a decir un chino) menú para llevar
-....
-Sí, para cuatro personas, sí... mire, calle Alférez Quetglas Ferrer
-Menu cuatlo pelsona, calle Alfele lela lelé?
-Quetglas Ferrer!!!
-Lela lelé!!!
-( joder con el mosqueo de la china) Sí, eso mismo... lelé, hala, nº tal, piso tal.
Sentí en el alma tener que ser yo la que después de los esfuerzos realizados por tan abnegada tropa, diera la mala noticia. Alfele lela lelé... la comida... no podía llegar nunca.
Letras de FIN sobre un fondo de bandera americana ondeando al viento.
¡Por fín llueve!
Ya era hora. Podría pasarme horas viendo la lluvia caer ( si obviamos el hecho de que nunca llueve aquí durante horas) con lo que le gusta a una la lluvia y no hay manera. Este invierno ha dicho que nones, ni frio, ni agua y no pidamos nieve. Con la envidia que me dan los sitios nevados en invierno.
Desde aquí un llamamiento: Cambio sitio en el que haga frio y nieve por isla soleada y con mucha playa ( vaya mierda de isla, si no...)
Pero hoy es un día diferente, hoy por fin llueve. En la foto no se ve un pimiento... pero es lo que tiene el agua al ser transparente.
Nada, que estoy contenta. Llueve.
Un día Andrea trajo a casa su nueva adquisición. Era una bola de cristal hermosísima, con una muñeca que parecía de trapo dentro. Cuando le daban cuerda sonaba una dulce melodía y al darle la vuelta, una lluvia de nieve de colores se arremolinaba en torno a la figurita. La colocaron en una estantería junto con otras bolas de cristal y una caja de música esmaltada.
La primera noche que pasó la muñeca en la estantería se sentía triste porque la habían separado del resto de sus compañeras, y así sollozaba en silencio. Entonces reparó en una bola cercana. Era mayor que las demás y en su interior se veía un castillo encantado, pronto se daría cuenta de que cuando Andrea se acostaba, las pequeñas luces de los ventanales se encendían. Intentando ver a través de ellos la sorprendió una voz femenina. Era dulce y cándida, y provenía de la cajita de música. La muñeca quedó admirada al ver a la simpática bailarina que hacía equilibrios sobre sus puntillas. No tardaron en hacerse amigas. Sin embargo la muñeca era muy curiosa y siempre oteaba a través de las ventanitas del castillo. Esperaba cada noche que llegara la hora en que Andrea se acostaba para presenciar el espectáculo. Había oído lo que las habitantes de otras bolas contaban sobre la leyenda del castillo, que en su interior vivía un mago muy poderoso y que embrujaba a quienes entraban por la puerta. Sin embargo la curiosidad de la muñeca era mayor a sus propios miedos. Una noche del castillo surgió una melodía, una canción que a la muñeca le resultaba extrañamente conocida y, embobada por tan familiares acordes, se aventuró a seguir las notas... cuando se dio cuenta apareció en el salón del castillo. Nadie sabe qué pasó ni tampoco el porqué... pero lo cierto es que la muñeca antes de trapo, se había vuelto de la más delicada porcelana. Las demás bolas rabiaron de envidia, pero la nueva muñeca se veía más bonita que nunca, por eso las demás le dieron de lado. Sólo la bailarina permaneció con ella, hablaban y reían cada noche. La muñeca se sentía feliz y arropada. Sin embargo la felicidad no es eterna, y durante varias noches se oyeron diferentes músicas parecidas a las que un día atrajeron a la muñeca. La blanca porcelana palidecía cada vez más en su rostro. Sabía pero no quería atender a razones. Dudaba, pero temía preguntar. Preocupada, la bailarina trató de consolarla, y la animaba en secreto. Hasta que un día, ésta que llevaba mucho más tiempo allí que la muñeca y sabía de todos los secretos de la estantería, cansada ya de la tristeza de su amiga le hizo ver la realidad, no era la única que acudía a la llamada del castillo. La muñeca desesperada intentó en vano romper el cristal que la atrapaba, pero sólo consiguió arremolinar la nieve enturbiando el agua. Se veía eternamente en esa estantería teniendo que escuchar la música que un día le pareció celestial, pero que ahora resonaba en su vidrio grotescamente. Así que ideó un plan, para ello pidió ayuda a su amiga y ésta aceptó. La maquinaria de la cajita de música vibraba al ponerse en marcha, y eso junto con los impulsos de la muñeca de porcelana ayudarían a su bola a saltar al vacío, la bailarina sólo aceptó después de que la muñeca mintiera y le dijera que su bola no era de cristal, sino de plástico y que sobreviviría al golpe. Así que una noche, después de que la muñeca escuchara por última vez el recital esperado, y se apagaran las luces del castillo, se puso el plan en marcha... nunca antes sonaron con semejante compás una caja de música y una bola de cristal, una melodía agridulce, escalofriante y bella, preludio del estallido final.
Andrea no podía entender como la bola había caído de la balda, con sumo cuidado recogió los trocitos de cristal y barrió las motitas de nieve sintética. Y se admiró de ver que la muñeca no había sufrido ningún daño. La bailarina confundida le preguntó desde la estantería cómo había podido salir ilesa del golpe a esa altura, a lo que la muñeca le respondió ¿Tú me preguntas el por qué? Porque siempre fui de trapo.
¿Se puede predicar algo en lo que no se cree?. ¿Se puede abanderar una causa que no es la tuya?. ¿ Puedes incluso convencer a los demás de eso en lo que ni tú mismo crees? Y si se puede. ¿ Durante cuánto tiempo?.
Viernes 13 y un gato negro.
Maldita la hora en que se lo dejé.
Al principio creía que le caía mal, tan inexpresivo. Hasta que empecé a verle varias veces a la semana. Una mirada, un abrazo a destiempo, una frase amable. Trabajábamos en equipo, y ni tiempo me daba para descansar. Bajo un disfraz de inadaptado una mente brillante. El no siempre por delante, la comprensión en su máximo exponente y una sonrisa callada a mis desvaríos. Estoy orgullosa de que me sienta su confidente, que se escape cuando me despisto, que me salude por el hueco de la escalera mientras le vigilo desde el portal.
El otro día un amigo me comentaba, que para él las personas eran como cajitas.
Algunas tenían el aspecto feo, pero por dentro nunca sabes lo que esconden hasta que las abres.
Desde entonces he tomado una determinación, quiero pasarme la vida abriendo cajitas.
Érase que se era
En las tierras del medievo
Un honorable señor
Y un hidalgo caballero.
De las tierras de Meliana
Oriundo y altanero
Frecuentaba ciertos lares
Comentando con esmero.
Arrobas y avatares
Por escudo él lucía
Ornamentando banners
Con sublime maestría.
Hallábase a caballo
Cuando en tierra divisó
Una joven despistada
En el mundo del weblog.
¿Necesita que la ayude?
Cortesmente preguntó
¡Necesitaría un milagro!
Sollozando comentó.
Paladín hasta la muerte
El de Meliana respondió
A tal desaguisado, joven
Orden pongo yo.
Y así es como con arte
Gracia y pundonor
Transformó mi frío espacio
en una obra de art déco.
Honrada y agradecida
Dedico estos versos yo
A quien tan samaritano
En mi causa me ayudó.
Salud y buena suerte
Os deseo por mi honor
A vos y a vuestra familia
Del que vos sois cuidador.
Cada día me asombro más del poder de las palabras. De la magia que tienen éstas, de su influjo. Ellas ejercen, al menos sobre mí, una extraña atracción.
Con el tiempo he aprendido a desconfiar de ellas. Porque si bien pueden esconder misterios infinitos y evocar las más sensuales sensaciones, no dejan de ser eso; palabras.
Saber combinarlas con maestría es un arte que no está al alcance de todos, y me impresiona sumamente la capacidad que tienen algunos de manejarlas a su antojo.
Como versos de poder. Como filacterias que se activan con el roce del aire. Te envuelven en una dulce y suave caricia, te atrapan en las redes de sus voluntades, y acaban su recorrido en una aguda punzada en el corazón, directa y certera. Un latigazo sublime. De un placer infinito que deja, por un instante; sin respiración.
¿Habéis sentido su tacto? A veces son de terciopelo e invitan a acariciar tus mejillas con ellas, otras se asemejan al raso que, lisonjeras, juegan a mecerse en tu pelo, las hay hechas de satén, capaces de estremecer toda tu piel con su liviano roce...
Sólo eran eso, palabras; pero la otra noche emergieron de la pantalla dulces y frágiles en apariencia y arremetieron con fuerza en esta máquina cansada de latir.
- Gracias J4m3s por tu post. Por un instante, creí sentirme viva. -
A resguardo de la mentira que rodea todos los flancos de mi burbuja, me refugio en las pequeñas ficciones que endulzan el amargo del vivir cuando se ha perdido la capacidad de soñar. Para en la noche recargar las baterías gastadas de puro usadas, y amanecer como si nada hubiera pasado. Como si dejar de vivir en la tierra prometida, fuera fácil, para sonreír cuando el corazón llora. Para parecer valiente.
El problema no fue hallarte; el problema es olvidarte.
El problema no es tu ausencia, el problema es que te espero.
El problema no es problema; el problema es que me duele.
El problema no es que mientas, el problema es que te creo.
El problema no es que juegues, el problema es que es conmigo.
Si me gustaste por ser libre, quien soy yo para cambiarte.
Si me quedé queriendo solo, como hacer para obligarte.
El problema no es quererte, es que tú no sientas lo mismo.
Y cómo deshacerme de ti , si no te tengo.
Cómo alejarme de ti si estás tan lejos.
Cómo encontrarle un pestaña a lo que nunca tuvo ojos.
Cómo encontrarle plataformas a lo que siempre fue un barranco.
Cómo encontrar en la alacena los besos que no me diste..
Y cómo deshacerme de ti, si no te tengo, como alejarme de ti si estás tan lejos.
Y es que el problema no es cambiarte, el problema es que no quiero.
El problema no es que duela , el problema es que me gusta.
El problema no es el daño, el problema son las huellas.
El problema no es lo que haces, el problema es que lo olvido.
El problema no es que digas, el problema es lo que callas.
El problema no es que juegues, el problema es que es conmigo.
Escuché esta canción y me cautivó.
Es de Ricardo Arjona. El problema.
El otro día sepultada entre otros cientos de fotos, encontré ésta.
Me hizo gracia, porque hoy hará unos tres años que la hicimos. Y es que es el cumple de Vanessa ( Melisande, para el que suela comentar) es la de la camiseta lila del centro, yo soy la del vaso en la mano.
No encontrareis en ninguna otra foto tantos historiadores por cm. cuadrado.
Todos los Carroñeros Luminosos reunidos ( ese era el nombre de nuestra secta).
Parece que fue ayer cuando todos vivíamos en paz y armonía, pensando que la amistad y la felicidad era eterna. ¡La envidia de nuestra facultad! ¡ Ilusos! Quien nos iba a decir que en este espacio de tiempo nos intentaríamos matar en tantas ocasiones...
Y la verdad, no lo entiendo. Intento pensar en qué fallamos, si éramos el equipo perfecto. Como el equipo A, cada uno tenia su función. Teníamos a la maníaco-depresiva, al comunista, la novia paranoica dominante-libertina, el novio dominado alias ( xotet de corda), la pequeña cotorra parlante, la diva, el crío inmaduro, el graciosete, el autista, la diplomática y la egocéntrica, ay, calla, me dejo a la pija empollona. En la foto no sale el místico y el independentista, pero también los teníamos.
Qué tiempos aquellos, en que desmontábamos yacimientos ( yo juro que lo hice sin querer, y que cuando intenté arreglarlo me sobraban piedras), cuando nos dormíamos en las conferencias, cuando teníamos que firmar al final de la clase nuestra asistencia y borrábamos el nombre de Victoria ( que se joda), cuando jugábamos con el micro de la sala de actos sin saber que lindaba con la biblioteca y se nos oía absolutamente TODO. Ese profesor de arqueología que nos puntuaba según el escote que lleváramos ( el día del examen parecía un casting de play boy) o la temible Moll ( a la pequeña cotorra parlante y a mi nos echó de clase tras un broncazo de escándalo, tardé tres años en presentarme de nuevo a su asignatura para asegurarme de que se había olvidado de mi cara).
En fin, que un día como otro cualquiera... el comunista sale con la maníaco-depresiva, la amiga de ésta; la pija empollona se enfada porque la maníaco-depresiva no le hace caso, así que el graciosete amigo del comunista putea a la pija. A su vez la maníaco-depresiva cree que alguien le ha saltado al novio (la la laaaaa), y ejem... no sé porque se enfada conmigo, porque a Dios pongo por testigo que no tenia motivo. A su vez la diplomática deja de serlo y más le vale, se pone en mi frente. La diva se levanta con el pie izquierdo un día y decide que no soporta al crío inmaduro, que es el que acabaría saliendo con la diplomática, mala decisión la de la diva, porque teniendo en cuenta que el crío inmaduro era mi mejor amigo, y salía con la diplomática que estaba en mi frente, pues pasó lo que tenía que pasar. Se me olvidó comentar que la novia posesiva-libertina decidió echarse una canita al aire, con lo que el novio dominado se fue a llorar al hombro del independentista, el cual años ha, había estado enamorado de la novia de éste. Cuando los novios dominado-dominantes se reconciliaron la emprendieron con el independentista en cuestión. El autista por supuesto, no se enteró de nada. En cuanto al místico... cómo estaba el místico señores... uff... yo por supuesto enamoraíta de él, lástima que él sólo se amara a sí mismo( y a su madre. Un caso extraño de narcisismo combinado con complejo de Edipo).
En fin, que espero que nadie de éstos vaya a ver el artículo porque no salgo viva. En mi defensa decir, que los motes no me los he inventado yo, me he limitado a recogerlos, y que sinceramente, ejem, no veo la justificación de muchos de ellos.
Todo esto para constatar que pasados estos años, los únicos que volveremos a la fiesta seremos el crío inmaduro que por algo vive en la casa, el comunista y yo ( a lo mejor sí que tenia motivos para mosquearse la maníaca-depresiva...)
¡¡¡FELICIDADES VANESSA!!!
Pd: This is just a tribute, You gotta believe me.
( Tribute de Tenacious D, teneis que ver el videoclip)
Érase una vez en Pequín, que perdida en la noche de los tiempos, se encontraba una princesa cuyo corazón estaba condenado a ser del mismísimo hielo. Ésta, la hija del emperador, se juró a si misma que ningún hombre la tocaría en venganza por el ultraje que sufriera años ha, una antepasada.
Así pues, promovió un edicto por el cual, se desposaría con aquel que siendo de sangre real, resolviera los tres enigmas que ella propusiera. Mas el que afrontara la prueba debía saber que si resultaba vencido, lo pagaría con su cabeza.
Hete aquí que un príncipe desconocido se enamoró perdidamente de su hermosura y decidió enfrentarse al reto. El padre del joven y Liú; la esclava de éste (enamorada del príncipe); trataron de impedírselo sin éxito.
Demasiada era la sangre vertida por los pretendientes de la real muchacha, en el corazón de la cual, no cabía fibra alguna sensible a la piedad.
El día en que Calaf, que así se llamaba el joven, debía hacer frente a los enigmas, el pueblo ardía en deseos de una vez por todas sustituir cadalso por casamiento.
Respondió con acierto y rapidez los dos primeros acertijos, sin embargo titubeó en el tercero de ellos...
- El hielo que te da fuego, ¿Qué es? -Preguntó altiva la princesa
- ¡ Mi fuego te deshiela! Sois vos, acertó a contestar él.
La princesa se desesperó al verse vencida, y le recriminó al muchacho si se atrevería a tomarla por la fuerza. Él confesó que no la quería si no era enamorada, y la retó a un nuevo juego.
Si la princesa era capaz de descubrir su nombre antes del alba, quedaría libre de los esponsales y la vida de nuestro héroe restaría a su merced.
- Di mi nombre antes del alba. Y al alba moriré. Concluyó él.
Así sucedió que los heraldos del reino proclamaron al pueblo el decreto. Nadie, nadie podía dormir bajo pena de muerte. El nombre del extranjero debía ser revelado antes del amanecer.
Sólo el padre y la esclava podían descubrirle, y los guardias no tardaron en prenderles.
La princesa nerviosa por descubrir la información que tanto ansiaba, mandó que obligaran a la esclava a confesar, y ésta, que amaba ciegamente al joven príncipe se lanzó sobre el puñal de uno de los guardias antes que desvelar la identidad de su amado.
La soberana quedó turbada ante tal muestra de amor. La esclava había elegido perecer para que Calaf, pudiera amar libre a su adorada princesa. Él, nublado por la tragedia de la muerte de Liú pero cegado por el amor hacia la imperturbable dama, la tomó y le arrancó el velo que la cubría y no fue sino por la fuerza que le robó un beso. Tras sentir que el pecho de ella palpitaba bajo su abrazo, Calaf le confesó su nombre. Ahora ella, si lo deseaba podía terminar con su vida.
El alba llegó y el pueblo esperaba con expectación el nombre del extranjero. La princesa se acercó a las murallas del reino y proclamó...
- Ya sé su nombre... Su nombre es... Amor.
Y ambos se fundieron en un abrazo.
El 25 de Abril de 1926 se estrenó esta opera en la Scala de Milan, año y medio después de que su autor; Puccini, muriera dejándola inconclusa.
Éste encargó la finalización del libreto a Franco Alfano bajo la supervisión del director de orquesta Toscanini.
La noche del estreno; tras la muerte de Liú. Toscanini dejó la batuta sobre el atril y dijo:
- Señores, aquí se acaba la representación, porque en este punto murió el maestro...
Sólo en la segunda jornada se interpretó el final de Alfano.
Por cierto... el nombre de la princesa que es el que a su vez da nombre a la obra es... Turandot.
Amor: (lat.) m. Vivo afecto o inclinación hacia una persona o cosa.
Estoy enamorada:
-De las mandarinas
-De mis gatos cuando juegan
-De mi prima cuando me meto con ella
-Del cuento que me escribió
-De Napoleón
-De mis pendientes y mis bolas de nieve
-De la caligrafía medieval
-Del ingenio de la gente
-De los reflejos de luna
-De las novelas de P.C. Doherty
-De la canela
-De Nessun dorma cuando lo canta Francisco
-De las miserias de la copla
-Del puerto de Tazacorte
-De la bola negra cuando entra donde debe
-De un poema de Sabina
-De las paranoias del enano
-De mi camisón, mi bufanda y mis calcetines a topos
-De las citas célebres
-Del chupito del Mirablau
-Del tango de Roxanne
-De los bombones Guylliane
-De esa tarjeta que acompañaba a las margaritas y que rezaba: No hace falta que las deshojes, todas te dirán que sí.
-Del material de papelería
-Del gel de baño Moussel
-De cómo huele la tienda de especias
-De los mercadillos
-Del queso fundido
-De este fragmento:
Artagnan oyó cerrarse la puerta y después dos cerrojos que Milady echaba para quedar encerrada en su cuarto. Por su parte, Ketty dio una vuelta a la llave. Entonces Artagnan empujó la puerta del armario.
- ¡Oh, Dios mío! exclamo en voz baja Ketty- . ¿Qué tenéis? ¡ Qué pálido estais!
- ¡Abominable mujer! murmuró Artagnan.(refiriéndose a Milady)
- ¡ Silencio, idos! dijo Ketty- . No hay más que esa puerta entre las dos habitaciones y se oye en una todo lo que se dice en la otra.
- Precisamente por eso no saldré dijo Artagnan.
- ¡Cómo!- exclamó Ketty ruborizándose.
- O por lo menos... saldré más tarde.
Y atrajo hacia sí a Ketty. No había medio de resistir; la resistencia hace tanto ruido que la joven cedió.
-Aquel era un movimiento de venganza contra Milady. Artagnan opinó que tienen razón los que dicen que la venganza es el placer de los dioses. Así, pues, a tener un poco de corazón hubiérase contentado con aquella nueva conquista; pero Artagnan no, tenía más ambición y orgullo.
Entre tantas cosas...
Cuenta la leyenda que una princesa persa era pretendida por un mago malvado. Éste, al ver que los labios de la princesa sólo suspiraban por los amores de otro caballero, preso de la ira, la maldijo.
Así la muchacha si quería salvar la vida de su amado debía enrollar diez mil madejas de lino en treinta días.
La princesa sabedora de que el amor de su vida estaba ahora en sus manos, desesperada y presa de la angustia, pidió a sus tres gatos que la ayudaran en tan dura empresa.
Estos trabajaron día y noche, y a los treinta días consiguieron terminar el encargo.
El amante fue salvado y se casó con la princesa. En cuanto a los gatos, por su fuerza y amor hacia su señora, fueron recompensados con la facultad de ronronear; en recuerdo del rumor del aspa del lino.
Este es mi gato, Druso, cuando era chiquitín.
Bien, hoy nos hemos levantado existencialistas, así que vamos a divagar un poquito, más que una declaración, porque a nadie le interesa mi vida, puesto que bastante difícil es ya vivir la de uno mismo, es una especie de autoresumen aclaratorio de mis ideas ( cada día estoy peor, en fín...)
Tengo 24 años ( casi un cuarto de siglo, para el que no se había dado cuenta), soy licenciada en Historia. Si no fuera por lo que tuve que pagar por él, pensaría que el título me lo regalaron en una tómbola, porque menos historia... he hecho de todo en estos años, aunque la verdad, yo creo que sólo es un problema de pérdida de memoria a corto plazo, síii como Dori de Buscando a Nemo, me siento muy identificada con el pescaíto azul.
En fin, a pesar de lo defraudada que estoy en el terreno laboral, he de decir que éste fue el que me dio uno de los mejores momentos de mi vida. Estuve haciendo una sustitución en un colegio con chavales de 3º y 4º de ESO, y me lo pasé en grande. Hay que ver el cariño que les cogí a esos criajos, aunque lo que más me llegó es el que me cogieron ellos a mí; esa especie de Primus Inter Pares con el que me adoptaron.
El día que terminé fue alucinante, los de refuerzo se apostaron frente la sala de profesores ( que se mueran de envidia el resto de profes, jeje- creo que aun no tengo asumido a que bando pertenezco-) y entre aplausos y vivas me regalaron una pulsera de plata preciosa, querían; me dijeron, haberme regalado una esclava con sus iniciales detrás (son diez, desastrosamente encantadores),para que no les olvidara, pero no les dio tiempo de grabarla.
Mis niños ( 3º A) dónde yo era tutora, me sorprendieron con un enorme ramo de rosas rojas que no cabía por la puerta y tres folios de dedicatorias chulísimas.
Los de B casi precipitan mi salida cantando... De esta clase no la moverán a grito pelado, y los de cuarto me montaron una fiesta ( yo sólo rezando para que no hubieran traído alcohol...).
Ese día si me sentí realmente realizada -ese día y cada vez que me da por admitir a los tropecientos que tengo agregados al messenger, señooo, señooooo!!!- Desquiciante.
Estos son mis niños
Ahora no trabajo, bueno, doy clases de repaso por la tarde, pero como soy imbécil y conozco a las madres de las criaturas, pues casi podría decir que regalo clases de repaso.
Llevo una temporada descolocada, no encuentro mi sitio. El mes pasado se rompió una relación de dos años y medio, a escasos días de irme a vivir con mi pareja. Iba a coger mis bártulos y largarme a tres horas en avión de mi casa, allí tenia ya algunos de mis trastos, y un futuro prediseñado; ahora miro, y me da la sensación de que no tengo nada.
Todos los planes junto a una persona determinada, ya fueran los sentimentales, los económicos, los sociales, los profesionales... en un marco determinado y totalmente ajeno al mío, al traste. Y un empezar de nuevo, de cero, sola.
Y digo sola, no porque físicamente lo éste, tengo mi familia que es una pasada, y recuperé a ciertos amigos olvidados que se han portado de maravilla, más quizá de lo que me merecía. Sino porque me he dado cuenta de que ahora, lo primordial es pensar en singular. Me dejé llevar, me acomodé en la pluralidad, y un día desperté y no vi a nadie a mi lado. Quizá la sensación de desencanto es la que reine ahora, el pensar que nadie cubrirá mis espaldas si no lo hago yo misma, el saber que nunca volveré a creer en una promesa, que desde entonces y para siempre, no dejaré de sentirme vulnerable.
Turandot dixit